Un termistor es un componente electrónico que varía su resistencia eléctrica en función de la temperatura. Su nombre proviene del inglés termistor, que es una contracción de termal resistor (resistor térmico) . Los termistores se utilizan como sensores de temperatura precisos, económicos y robustos en diversas aplicaciones.

Los termistores se fabrican a partir de polvos semiconductores de óxidos metálicos que se mezclan con un aglutinante y se moldean en diferentes formas y tamaños. Luego se someten a un proceso de sinterización y se recubren con vidrio para mejorar su estabilidad y protegerlos de la humedad . Los termistores más comunes tienen forma de perla, varilla o disco y se clasifican según su valor nominal de resistencia a 25°C, que puede ser de 1K, 2K, 10K, 20K, 100K, etc.

El principio de funcionamiento de un termistor es que su resistencia depende de su temperatura. Cuando la temperatura aumenta, la resistencia disminuye en los termistores NTC (Negative Temperature Coefficient) o aumenta en los termistores PTC (Positive Temperature Coefficient). La relación entre la resistencia y la temperatura se puede expresar mediante una ecuación empírica llamada ecuación de Steinhart-Hart o mediante una tabla de valores .

Para medir la temperatura con un termistor, se puede utilizar un circuito simple como el que se muestra a continuación. El termistor se conecta en serie con una resistencia fija y una fuente de voltaje. La tensión en el punto medio del divisor de tensión depende de la resistencia del termistor y, por tanto, de la temperatura. Midiendo esta tensión con un voltímetro o un conversor analógico-digital se puede obtener la temperatura correspondiente.

Los termistores tienen varias ventajas como sensores de temperatura, tales como:

– Alta sensibilidad: pueden detectar cambios pequeños de temperatura con gran precisión.
– Bajo coste: son más baratos que otros sensores como los termopares o las RTD.
– Fácil instalación: no requieren circuitos complejos ni compensación de errores.
– Amplio rango de operación: pueden medir temperaturas desde -50°C hasta 300°C aproximadamente.

Sin embargo, los termistores también presentan algunas desventajas, como:

– No linealidad: la relación entre la resistencia y la temperatura no es lineal, lo que dificulta el cálculo y la calibración.
– Auto calentamiento: al circular corriente por el termistor, este se calienta y altera su propia medida de temperatura.
– Dependencia del tiempo: la resistencia del termistor puede variar con el tiempo debido al envejecimiento o a factores ambientales.

Los termistores tienen múltiples aplicaciones en diferentes campos, como:

– Electrónica: se usan para medir y controlar la temperatura en circuitos integrados, transistores, baterías, fuentes de alimentación, etc.
– Industria: se usan para medir y controlar la temperatura en procesos químicos, térmicos, alimentarios, etc.
– Medicina: se usan para medir la temperatura corporal en termómetros clínicos o dispositivos implantables.
– Automoción: se usan para medir la temperatura del aire, del aceite, del combustible o del refrigerante en los motores de los vehículos.
– Domótica: se usan para regular la temperatura en sistemas de calefacción, aire acondicionado o refrigeración.

En conclusión, un termistor es un sensor de temperatura basado en la variación de la resistencia eléctrica con la temperatura. Los termistores son componentes sencillos, económicos y precisos que se utilizan ampliamente en diversas aplicaciones. Sin embargo, también presentan algunas limitación